Hoy despedimos con dolor a María Rodríguez, miembro activo del Club de Envejecientes Nueva Esperanza y madre de Mercedes, educadora de la Guardería.
Nos dejó para acudir a la casa del Padre después de padecer una crítica enfermedad que terminó con su vida.
María fue ejemplo de serenidad y entereza. Supo transmitir con su vida misma los valores del Evangelio y será recordada por todos nosotros con afecto y estima.
María, descansa en la Paz de Cristo.
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