Quince años desde aquel 19 de enero lleno de nervios, expectativas y mucha ilusión.
Quince años desde aquel día en el que demostramos que, si las personas sintonizan sus corazones y unen sus manos, pueden lograr todo lo que se proponen.
Fueron quince años de arduo trabajo, de esfuerzo constante;
llenos de logros y tropiezos;
de sacrificio y satisfacción;
de retos y muchas bendiciones.
Hoy queremos dar las gracias a cada familia que confió su tesoro más preciado en nuestras manos.
A todos los que en algún momento formaron parte de esta gran familia aportando su esfuerzo y su conocimiento.
A todas las personas que nos han apoyado con sus aportes y su acompañamiento.
A todos los que nos ayudaron a mejorar nuestro trabajo y a crecer como personas.
A todos los niños y niñas que vimos crecer aquí. Por sus sonrisas, sus travesuras, sus ocurrencias, su inocencia y su infinita gratitud.
A todos los envejecientes que compartieron con nosotros en el CENE y de una forma discreta, amable y tesonera estuvieron ahí siempre que los necesitamos.
Y sobretodo queremos agradecer a Papá Dios por otorgarnos el privilegio de formar parte de este Proyecto, de construir día a día su Reino y descubrirlo en cada una de las personas a las que servimos.
Hoy nos encontramos aquí para celebrar estos quince años. Queremos que esta celebración sea un estímulo para seguir avanzando en este camino, para fortalecer nuestros logros y construir una institución de la que todos: los niños, el equipo, las familias, los amigos y la comunidad nos sintamos orgullosos.
Gracias a todos y todas por acompañarnos.
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